sábado, 5 de enero de 2013

Los Reyes Magos, ¿siempre fueron tres?

Hoy en día cuando pensamos en los Reyes Magos todos tenemos una iconografía clara en mente: Melchor, Gaspar y Baltasar, y un aspecto más o menos definido de cada uno pero, ¿siempre fueron así? ¿Cuándo se configuró esta iconografía?

El primer desarrollo que se encuentra sobre la adoración de los Magos es la que encontramos en el evangelio de San Mateo, pero en este no se encuentran datos exactos sobre el número de personas que visita Herodes, ni el momento exacto de su llegada. Lo que si se concreta en ellos es el dato de los regalos que le ofrecen al pequeño: oro, incienso y mirra.

No se especifica el momento de la llegada de los Magos, unos historiadores la sitúan justo después del nacimiento del pequeño, y otros la posponen hasta dos años.

Sobre la procedencia de los Magos se ha divagado mucho, podían ser sacerdotes persas, astrólogos de Babilonia, e incluso provenir de Arabia.
En cuanto al nombre de estos, fueron denominados Reyes por primera vez por Tertuliano, quien intentaba dar dignidad a los visitantes, ya que la denominación de Magos tenía un sentido peyorativo.

El  nombre propio de cada uno se les atribuye tras el Evangelio Armenio de la Infancia, quien habla de tres hermanos que reinaban sobre los persas, los indios y los árabes.

Quizás lo más curioso sea la indeterminación de los visitantes. Durante años se representaron  de forma libre, tanto dos, tres o cuatro. Aunque finalmente se acepta el hecho de que fueran tres, posiblemente por los tres presentes que le ofrecen al niño.
También el tres es un número simbólico, que significa la Trinidad, las tres edades de la vida (juventud, madurez, ancianidad), los tres continentes conocidos. E incluso las tres etapas temporales: pasado, presente y futuro.

Como en esta imagen de la obra Adoración de los Magos (1501) de Vasco Fernandes en la que no se precisa si vemos cuatro Magos, o tres y San José sostiene la ofrenda.

En cuanto a las ofrendas son variadas las interpretaciones que se han hecho de ellas, pero las más extendidas son:
El oro que simboliza la realeza de Cristo.
El incienso que simboliza la divinidad del hijo de Dios.
La mirra simboliza la humanidad del niño y además aliviará los parásitos del intestino del pequeño.

Sobre el retorno de los Magos a su país o países de origen, también se ha divagado bastante. Una versión dice que regresaron a Oriente y fueron bautizados. Otra versión apunta que huyeron a la India y fueron martirizados. Todas las versiones coinciden en que regresaron por otro camino para burlar a Herodes, aunque la más comentada es que mientras dormían un ángel se les apareció y les indicó el camino a seguir para burlar a Herodes. [Gislebertus, El sueño de los Magos, capitel en la catedral de Autun. S. XII]

Uno de los detalles más variables sea, probablemente,  la representación de los Magos. Pudieron llegar a lomos de caballos o de camellos.
Los tres blancos, dos blancos y uno negro, uno imberbe, otro con barba blanca y el tercero con barba castaña.

Se representan en actitudes diversas: uno arrodillado, los tres oferentes o uno besando el pie del pequeño entre otras.
El cambio del gorro frigio a la corona, y posteriormente la corona de Baltasar por un turbante.
En resumen su vestimenta ha ido evolucionando con el propio mito.

Porque vendrán a ti los tesoros del mar, las riquezas de las naciones vendrán a ti... Todos ellos de Sabá viene portadores de oro e incienso...

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