viernes, 1 de noviembre de 2013

La cripta, el barroco mas tétrico

La cripta-panteón de los Condes de Buenavista se encuentra en la parte baja de la Basílica y Real Santuario de Santa María de la Victoria.

Podríamos decir que es la mejor representación tétrica española, es todo un altar donde se rinde culto y respeto a la muerte.

La iglesia se encuentra erigida en el lugar en el que estuvo el campamento militar de Fernando el Católico hasta 1487, cuando fue tomada la ciudad.
La construcción actual data de 1703, cuando fue inaugurada, ya que se tuvo que demoler lo que quedaba de la anterior para poder reconstruirla.

Era conocida la devoción del Conde de Buenavista por la Virgen de la Victoria, por lo que decide financiar las obras de reconstrucción construyendo un pórtico, una torre-camarín y su propio panteón de reposo entre otras intervenciones.

La cripta es de planta cuadrada en el centro hay una columna que es el único pilar, que conecta el centro de la cripta con el suelo, esto supone la transición del conocimiento real al divino.

El maestro escultor que realizó toda la iconografía y la ornamentación, era amigo del Conde, y fue traído por él mismo desde Madrid para realizarla.

La ornamentación de la cripta está realizada mediante yesería sobre fondo negro, acusado por las humedades.
Es todo un programa iconográfico entorno a la muerte.

La muerte enmarcada en los lunetos superiores sostiene un espejo, mirándose como un esqueleto bello y un "tambor" que podría indicar las procesiones medievales, iluminadas con velas.
En medio una insignia con forma de heráldica.
En otros lunetos los esqueletos sujetan relojes de arena haciendo alusión al tópico latino Tempus Fugit, refiriéndose a la fugacidad de la vida y su transcurso imparable.

Otra iconografía muy utilizada en la cripta es la figura humana que no quiere ver la muerte, se tapa la cara con las manos pero la muerte lo toca con su dedo esquelético.


En algunas de las escenas se introduce paisaje mediante árboles. Una de las más características es el árbol del pecado original, en el que en su base hay una trampilla hacia donde dirige la muerte a Adán y Eva.

En el altar central encontramos un frontón partido por un esqueleto que sostiene la balanza de la vida, la justicia de la muerte.
En la parte superior a su lado unos ángeles que intentan parar a la muerte con su llanto y símbolos como las flores de la primavera de la vida.

En las dos columnas jónicas de los lados encontramos las figuras casi esqueléticas y mortuorias de Adán y Eva con sus manos puestas en calaveras. En la parte inferior dos esqueletos tocan con la muerte a un bebé sano.

La muerte no deja indemne a los niños, son diversas las alusiones que se hacen a la muerte infantil en sus paredes, como un bebé, a las puertas de su vida, que es portado por la muerte al otro lado.

En el lateral de la cripta, en la pared que conecta con la basílica directamente, encontramos los dos sepulcros de los Condes en posición orante, en la plenitud de su juventud, se puede decir que son las dos únicas figuras  "vivas" de la composición, que desprenden vitalidad. En la parte posterior de las figuras tienen unos doseles, con pliegues realistas, de los que tiran dos figuras mortuorias.

Se puede decir que la cripta del Santuario es uno de los monumentos más desconocidos de Málaga, pero es uno de los mejores barrocos fúnebres de España.

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